Un gesto inicia y termina guerras. Pensaba en eso mientras terminaba mi café en un bar del centro. Un gesto inicia y termina guerras. Pensé en eso a la noche cuando me acostaba. Un gesto. Esa noche no pude dormir. Daba vueltas en la cama, me levantaba, volvía a acostarme, revisaba el celular.
Me desperté con la palabra "gesto" entre los labios. La idea había crecido dentro de mí. Ya no podía ignorarla, había echado raíces en mi sistema inmunológico. Se me ocurrió desayunar con ella para que me cuente cuál es mi gesto, cuál podría terminar una guerra, sobretodo qué guerra tengo en mi poder.
Creo que la idea pensaba que ya había crecido suficiente, que ahora necesitaba crecer yo, porque se negaba a contestar mis preguntas. "Los gestos pueden terminan guerras", únicas palabras que me repetía mientras se comía mis tostadas.
Naturalmente, llamé enfermo al trabajo. Tocí un poco y prometí recuperar horas. Ahora era más importante resolver este conflicto. Acababa de desayunar con la idea y todavía teníamos muchas cosas que hacer antes de volver a negarnos.
¿Había iniciado yo alguna guerra?¿Tenía realmente un gesto que podría terminar una?
*Foto: créditoa quien corresponda.
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Me aguanto las críticas. Fuí colectivero en mi vida pasada.